MADRE
Doña Carmen María
lejana viejecita mía…
no te vayas a mojar los pies en este invierno.
Ahora ya no goteará la vieja batea
la bendita lavaza de los sábados
no vendrá en su poncho verde el frío de los viernes
ni golpeará el sol a buscarnos el domingo
mientras el viejo algarrobo de mi infancia
deja caer sus hojas amarillas en el patio.
Carmen Valdiviezo Ríos
Carmelina del Carmen
jugoso limón de mis alegrías y nostalgias
ponte tus viejos zapatos y cruza el corral entre los patos
para coger media docena de huevos
allá en el fondo de la casa.
Piensas toda la noche en el almuerzo de mañana.
Mi padre llegará como álamo flaco
echando raíces
con los bolsillos repletos de hambre.
Te envío para tus sueños
mis viejas canciones como plegarias
en tus recuerdos
Perdonarás
sin embargo
Carmelina del Carmen
mi ausencia desde el Valle del Mantaro
aunque mi sopa no se mueva
y mi exacto lugar en la mesa familiar
esté solitario y de sombras ausentes se vista.
La lluvia seguirá estos meses
el alegre algarrobo en el corral
el sol estará dorando las tejas
y yo de golpe brincaré
el zaguán de cuatro puertas
asustándote mi bigote rojo
mis viejos zapatos
mi corbata amarilla
mis medias blancas.
POEMA DEL OBLIGADO
Cuando niño llegué con mi padre al mar
Escuché leyendas antiguas de las olas
Que contaban los caracoles.
Bajé con la lluvia
Y me fui con el viento.
Corrí por las calles
Sudando ciudades
Hasta la yerba enloquecida del sol.
Ahora vivo en las montañas
Hablando con las estrellas.
NADA
Atropellada
Dicen
Y ya no la vi más
Socorro Rosales
Desapareció.
De improviso
Y no hicimos nada
Nada
Nada.
Y ya no la vi más
Nunca más.
Quise tenerla tendida otra vez
Contestaron
Se murió
Sí señor
Hace un mes
Si señor.
La tristeza hizo un hoyo en el alma
Y las lágrimas cayeron
Hasta el fondo del dolor.
POEMA DE AMOR
Cómo
Revientas así
Con que facilidad
Aquí me puedo
Morder el dedo gordo
De mis rabias
Feminidad muy femenina la tuya
Es para engordar de amor
Es como dejarse bigotes
Como galopar en burro
Como lloverse
Como desde arriba verse en bote
Navegando por el Amazonas
O navegar sin fin en un barco de plata
Y apuntar con un cañón de pirata
De un siglo olvidado.
Como ofrecer una noche de hotel
A una mujer solitaria en la calle
Jesús María qué dolor
Ni los zapatos calzan
No puedo verte
Si ya no estás
Huiste para siempre
Te has ido
Adiós.
PUENTE
Aurora
Qué puente cruzas
Ahora
En que laguna
Te mojas tu cabello negro
Como río de selva
Esa cabellera
Como el Amazonas
Que ya nunca más
Verá tu claro calzón
De mediodía.
LA FUFANDA DE LA LUNA
En esta noche
La luna tiene unos cuernos rojos
Las sirenas de los mares lejanos
Atrapan a los intrépidos navegantes
Entre sus cabelleras de cristal y coral.
Las ventanas abren sus hojas de cristal
Y miro tu rostro en mil pedazos.
Los pobres habitantes de la ciudad
En sus graves cegueras beben
Las sustancias más amargas.
La luna sigue su camino
Hacia los menguantes del olvido
Negro es el negro de la noche
sin tus ojos
y esta embriaguez del alma
arranca las húmedas flores
que mueren en tus manos.
Luna
Luna
La rosa es mas rosa en esta noche
Y el fuego de los infiernos
Es más luminoso que tus lamentos
Por eso la luz ha muerto para siempre.
ESPEJO
Palpitas toda la noche
Como pesada catedral.
Corres en mis sueños
Con tu vestido azul.
Continúas todos los días
Amarrándome el alma.
Debes estar caminándome
En alguna neurona.
Hazte viento…
Gruta negra
Campana musical
Vuélvete mujer.
Estos poemas son una breve antología y pertenecen al poemario inédito La Nostalgia de los Años escrito entre 1973-1975. Huancayo-Lima. La Noche del Búho está próximo a publicarse. Ha decidido romper su silencio de años y esperamos que cumpla su palabra.
sábado, 16 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario