jueves, 3 de mayo de 2007

de la noche aldía - poemas

de la noche aldía
poemas

autor: Hernán Flores V.

Ediciones Exordio, Lima, Verano, 1988.
Caratúla: Dibujo "El quijote"Hernán Flores Barjanova
Contratapa: "Mujer que sueña" María F. Gadea C.

Es sangre, no granizo, lo que azota mis sienes.
Son dos años de sangre: son dos inundaciones.
Sangre de acción solar, devoradora vienes,
hasta dejar sin andie y ahogados los balcones.

Miguel Hernández (España)


I

Para olvidarme de ti
irremediablemente
orillé mi canto

ausenté la oreja bienamada
la lengua del labio
poderío renombrado.

II

Insólita bruma
capullo en flor
que dejé morir
en tus manos ciegas

oleaje de sangre

madero de aventura
y palabra final.

III

El viento en los caminos
busca la dirección
del viento ruiseñor
que avanza

el espiral

la vidas temporales

el eco de tus besos
en mis espacios azules


los secretos vespeartinos
la melancolía añeja
de mis lágrimas



IV

La luz de junio
lejos de tu memoria

sombras
ceniza y brisa

bandera de los adioses
júbilo del olvido
fuga nocturna

en la fiesta de los besos
ya muertos

para nunca
para siempre.

V

Para olvidarme...
la tarde purpurina


manantial de murmullos

gajo de muerte
zarpazo de luz



bóveda oscura
donde habitas
sin amor.


VI

Olvidada

desterrada ahora

solitaria sin mandolina
ahora


tierra sin paisaje

río sin agua

ahora
volcán sin fuego.


VII

Si el olvido existe

nadatúeres

en el secreto peregrino

de los adioses.


VIII


Noche sin sueño

que no recuerda

lo soñado

- amor -

en las ardientes
puertas
de los días.


IX

El otoño
es un viejo cerezo
consumido por tu cuerpo

en donde habitan
tus olvidos
para siempre.



X


Vengo de Ti:
origen de mis angustias

en mis ojos
ángeles de Caronte

martillaron el crepúsculo.


XI

Oliendo
a tu vientre
alejé tu sexo

fragante
amapola
del náufrago.




XII


Salí
de la profundidad
abismal de tus gritos


retorno
al fuego errante


a la geografía solar

que trasnsfloran
tus ausencias.


XIII


La travesía en tu cuerpo
circular movimiento

golpea el corazón

relámpago de luz sonora

en el asombro
quemante neurona


espejo de todos los vértigos


certeza


serás polvo en el aire

y no lucero
ni estrella.



XIV


No estaré
en el espacio
que todo lo registra

hasta romper los tímpanos


intentarás la búsqueda
del universo inmortal


te llamarán mi trajes

te llamarán las noches

te llamará mi carne:

vigilante fantasma terrenal.




XV

Para olvidarme de ti


adulto

retorno a tu sal purísima
a las huídas del misterio
a defender mi soledad


hoguera interior
vestida pena

quemante brasa de tus senos.