sábado, 16 de agosto de 2008

LA NOSTALGIA DE LOS AÑOS ( Inédito)

MADRE


Doña Carmen María
lejana viejecita mía…
no te vayas a mojar los pies en este invierno.

Ahora ya no goteará la vieja batea
la bendita lavaza de los sábados
no vendrá en su poncho verde el frío de los viernes
ni golpeará el sol a buscarnos el domingo
mientras el viejo algarrobo de mi infancia
deja caer sus hojas amarillas en el patio.

Carmen Valdiviezo Ríos
Carmelina del Carmen
jugoso limón de mis alegrías y nostalgias
ponte tus viejos zapatos y cruza el corral entre los patos
para coger media docena de huevos
allá en el fondo de la casa.

Piensas toda la noche en el almuerzo de mañana.

Mi padre llegará como álamo flaco
echando raíces
con los bolsillos repletos de hambre.

Te envío para tus sueños
mis viejas canciones como plegarias
en tus recuerdos
Perdonarás
sin embargo
Carmelina del Carmen
mi ausencia desde el Valle del Mantaro
aunque mi sopa no se mueva
y mi exacto lugar en la mesa familiar
esté solitario y de sombras ausentes se vista.

La lluvia seguirá estos meses
el alegre algarrobo en el corral
el sol estará dorando las tejas
y yo de golpe brincaré
el zaguán de cuatro puertas
asustándote mi bigote rojo
mis viejos zapatos
mi corbata amarilla
mis medias blancas.



POEMA DEL OBLIGADO


Cuando niño llegué con mi padre al mar
Escuché leyendas antiguas de las olas
Que contaban los caracoles.

Bajé con la lluvia
Y me fui con el viento.

Corrí por las calles
Sudando ciudades
Hasta la yerba enloquecida del sol.

Ahora vivo en las montañas
Hablando con las estrellas.




NADA

Atropellada
Dicen
Y ya no la vi más
Socorro Rosales
Desapareció.

De improviso
Y no hicimos nada
Nada
Nada.

Y ya no la vi más
Nunca más.

Quise tenerla tendida otra vez
Contestaron
Se murió
Sí señor
Hace un mes
Si señor.
La tristeza hizo un hoyo en el alma
Y las lágrimas cayeron
Hasta el fondo del dolor.


POEMA DE AMOR

Cómo
Revientas así
Con que facilidad
Aquí me puedo
Morder el dedo gordo
De mis rabias
Feminidad muy femenina la tuya
Es para engordar de amor
Es como dejarse bigotes
Como galopar en burro
Como lloverse
Como desde arriba verse en bote
Navegando por el Amazonas
O navegar sin fin en un barco de plata
Y apuntar con un cañón de pirata
De un siglo olvidado.

Como ofrecer una noche de hotel
A una mujer solitaria en la calle
Jesús María qué dolor
Ni los zapatos calzan
No puedo verte
Si ya no estás
Huiste para siempre
Te has ido
Adiós.

PUENTE


Aurora
Qué puente cruzas
Ahora
En que laguna
Te mojas tu cabello negro
Como río de selva
Esa cabellera
Como el Amazonas
Que ya nunca más
Verá tu claro calzón
De mediodía.

LA FUFANDA DE LA LUNA
En esta noche
La luna tiene unos cuernos rojos
Las sirenas de los mares lejanos
Atrapan a los intrépidos navegantes
Entre sus cabelleras de cristal y coral.
Las ventanas abren sus hojas de cristal
Y miro tu rostro en mil pedazos.
Los pobres habitantes de la ciudad
En sus graves cegueras beben
Las sustancias más amargas.
La luna sigue su camino
Hacia los menguantes del olvido

Negro es el negro de la noche
sin tus ojos
y esta embriaguez del alma
arranca las húmedas flores
que mueren en tus manos.

Luna
Luna
La rosa es mas rosa en esta noche
Y el fuego de los infiernos
Es más luminoso que tus lamentos
Por eso la luz ha muerto para siempre.



ESPEJO

Palpitas toda la noche
Como pesada catedral.

Corres en mis sueños
Con tu vestido azul.

Continúas todos los días
Amarrándome el alma.

Debes estar caminándome
En alguna neurona.

Hazte viento…
Gruta negra
Campana musical
Vuélvete mujer.


Estos poemas son una breve antología y pertenecen al poemario inédito La Nostalgia de los Años escrito entre 1973-1975. Huancayo-Lima. La Noche del Búho está próximo a publicarse. Ha decidido romper su silencio de años y esperamos que cumpla su palabra.

Selección de Poemas. Libro inédito:La Noche del Búho

ESTE CUERPO ROEDOR NOTURNO
IV
En la nocturna encrucijada soy un desterrado de la luz
mientras vivo en el terriorio del espanto
vigilo mi tregua con la muerte:
Cuerpo de mujer como ebria botella
de quemante aguardiente
Trampa
huerfano roedor nocturno.
Prófugo cuerpo en solitarios músculos.
Se salvará solo aquel acostumbrado a las tinieblas.
Porque para El será la Luz mas intensa
al otro lado del Espanto.
Hay un eco de perros ladrando en calles y azoteas
busco tu cuerpo
me levanto
pienso
camino
en los metros cuadrados de la soledad
niro los filudos cuchillos sin cebollas.
Llevo este andar mortal en mis tristes zapatos
hasta el último episodio
de una película en blanco y negro.
No sé nada de Ti:
Triste y solitario final al fondo del olvido.
Dónde escondiste tu oscuro sostén
del anochecer.
Aquel
con olor a semen ebrio,última mortaja.
EL AMOR ES UN VIEJO SONÁMBULO

V

Otra vez este cuerpo adherido a su mortaja y
el corazón tiene ritmo de espera
como una vieja campana
de hierros soterrados en óxidos
que el tiempo impregnó
en los oídos presurosos de los días difuntos.

Fue acaso porque nunca tuvimos
una cama con olor a comunión
y a cuerpos repetidos
cuando terminada la primera batalla
dijiste me voy te dejo quédate déjame marchar
hasta para más nunca el retorno.
Ah, mi noble y amada zozobra.

Sonámbulo recuerdo tu mueca
como una vasija enterrada
desde allí el útero galopa
en tus viejas neuronas
y recojo los pedazos de las redes
sin carnada para atrapar de ti
sólo tu cuerpo.

Tu voz fue una obediente tortura
al final del viaje
cuando todos los ríos
venían hacia mi Muerte
por los estrechos cementerios del Nada-Existe.

Mientras el amor es un viejo sonámbulo
o una lejana estrella
en el grito de un niño abandonado
en el patio para el alimento voraz de las moscas
y el hambre callejero de los perros vagabundos.
Esa es la ciudad.

Por allí pasa la Vida.
¿Qué le vamos a hacer?






PORFIANDO LA LUNA
VIII

Reconozco a esta altura de la vida
que sobreviví a todos los velorios
y celebré la misa crepuscular de los adioses.

Festejo el amor callejero
de los que no tienen cobertor
en medio de la luna
armados
en su putísima voluntad carnal
sin importarles un pájaro
el mundo de la luz
ni el santo oficio
ni el dios sin beneficio
si ya le dijimos adiós
al ladrón de nuestras orfandades.

Sólo nos queda mirar el amor de los infieles
o envidiar el porfiado arrebato de sus gritos.

Así voy por los días
dándole la contra a la luna.

Mirando el sol de espaldas
y amarrándome el corazón
por la urgencia de tus besos.

La vida transcurre
hurgando las sílabas rotas
del súbito amor
en el oleaje violento de la sangre
como atadura de espanto mortal


Duermen tus ojos negros
en la profunda mirada
de mi sueños.

Este corazón es un viejo ómnibus
sin destino
mientras la Noche
amontona su pobreza de escombros
en la porción horizontal
del olvido perseguido
hasta donde las palabras
murieron para siempre
en la conspiración de los pliegues
de sábanas y llantos.






SOLO PARA MI FOGATA NOCTURNA
IX

En esta noche nada nos espanta
ni tu ausencia de pájaro triste
ni el asombro con olor a cuerpos
repartidos o la devoración
de los perfumes ajenos.

Sólo para mí esta fogata nocturna
con resplandor de fuego terrestre
en el extremo de todas las agonías
ni tus viejas ilusiones de un viaje de bodas
que alguna vez soñamos a la sombra de
los árboles de la ciudad que matamos
con nuestros olvidos.

Nada importa
Ya nada
Todo en la nada
.
Solo parto hacia la luz.

Todo es más real en la nostalgia
en el punto final de los tormentos
porque a esta hora
duele la locura de los vientos
en los puertos
y en los muelles abandonados
por los pañuelos
del adiós y el Hasta –Nunca.

Han llegado los cocheros de la muerte
a esta sofocante
y amada soledad de la embriaguez
de no tenerte.

A todas las horas somos pájaros
huyendo de la dentellada luminosa de la Muerte.

Conozco tu agria fragancia
después de recorrer las habitaciones
por el tráfico profundo de los túneles
en sus bóvedas negras
mientras bailas en la órbita mortal
cuyos ecos repite tu risa
que no es rocío
como antes
sino seductora navaja
para herirme de muerte
otra vez.
Ha publicado Alejandra entre los huertos y de la noche al día. La tortuga ecuestre publicó una antología en 1989. Tiene una vasta producción inédita en la que se cuenta los poemarios: Canción de amor a mis viejas agendas, Rastros y rostros, Las canciones de los amores fugaces, Las nostalgias de los años. Estos poemas pertenecen a La Noche del Búho, de pronta edición.

jueves, 3 de mayo de 2007

de la noche aldía - poemas

de la noche aldía
poemas

autor: Hernán Flores V.

Ediciones Exordio, Lima, Verano, 1988.
Caratúla: Dibujo "El quijote"Hernán Flores Barjanova
Contratapa: "Mujer que sueña" María F. Gadea C.

Es sangre, no granizo, lo que azota mis sienes.
Son dos años de sangre: son dos inundaciones.
Sangre de acción solar, devoradora vienes,
hasta dejar sin andie y ahogados los balcones.

Miguel Hernández (España)


I

Para olvidarme de ti
irremediablemente
orillé mi canto

ausenté la oreja bienamada
la lengua del labio
poderío renombrado.

II

Insólita bruma
capullo en flor
que dejé morir
en tus manos ciegas

oleaje de sangre

madero de aventura
y palabra final.

III

El viento en los caminos
busca la dirección
del viento ruiseñor
que avanza

el espiral

la vidas temporales

el eco de tus besos
en mis espacios azules


los secretos vespeartinos
la melancolía añeja
de mis lágrimas



IV

La luz de junio
lejos de tu memoria

sombras
ceniza y brisa

bandera de los adioses
júbilo del olvido
fuga nocturna

en la fiesta de los besos
ya muertos

para nunca
para siempre.

V

Para olvidarme...
la tarde purpurina


manantial de murmullos

gajo de muerte
zarpazo de luz



bóveda oscura
donde habitas
sin amor.


VI

Olvidada

desterrada ahora

solitaria sin mandolina
ahora


tierra sin paisaje

río sin agua

ahora
volcán sin fuego.


VII

Si el olvido existe

nadatúeres

en el secreto peregrino

de los adioses.


VIII


Noche sin sueño

que no recuerda

lo soñado

- amor -

en las ardientes
puertas
de los días.


IX

El otoño
es un viejo cerezo
consumido por tu cuerpo

en donde habitan
tus olvidos
para siempre.



X


Vengo de Ti:
origen de mis angustias

en mis ojos
ángeles de Caronte

martillaron el crepúsculo.


XI

Oliendo
a tu vientre
alejé tu sexo

fragante
amapola
del náufrago.




XII


Salí
de la profundidad
abismal de tus gritos


retorno
al fuego errante


a la geografía solar

que trasnsfloran
tus ausencias.


XIII


La travesía en tu cuerpo
circular movimiento

golpea el corazón

relámpago de luz sonora

en el asombro
quemante neurona


espejo de todos los vértigos


certeza


serás polvo en el aire

y no lucero
ni estrella.



XIV


No estaré
en el espacio
que todo lo registra

hasta romper los tímpanos


intentarás la búsqueda
del universo inmortal


te llamarán mi trajes

te llamarán las noches

te llamará mi carne:

vigilante fantasma terrenal.




XV

Para olvidarme de ti


adulto

retorno a tu sal purísima
a las huídas del misterio
a defender mi soledad


hoguera interior
vestida pena

quemante brasa de tus senos.

lunes, 30 de abril de 2007

POEMARIO: ALEJANDRA ENTRE LOS HUERTOS

PROLOGO

ESCRIBE: CESAR LEVANO

La poesia peruana se ha cargado de intensidad dramática. La puebla ente todo un rumor urbanoque acarrea voces de amargura, ironía, sarcasmo. La martilla una pasión de lenguajeque a vceses se rebaja a exquisita retórica. El amor irrumpe en ella, aunque todavía suele ser tema de paso: de hotel.
En ese paisaje severo brota la poesía de Hernán Flores como uin puquio refrescante por tranquilidad de visión, limpidez expresiva y erotismo tierno. La suave modulación der sus palabras podría ser calificado de pastoril sino fuera proque debajo del cristal del dúo de amor murmuran otras voces, muchas voces.
Nos es grato comprobar en este joven poeta esa voluntad de escapr de ciertos manierismos generacionales, de construir y preservar un camino artístico distinto, y de lograr una sencillez que no equivalga a pobreza expresiva.
Hernán Flores es un joven revolucionario con mucha andanza peleadora y que pasó largas temporadas en Chile hasta que la barbarie fascista se instaló allí. Emociona saber que la rica experiencia no lo ha conducido a una poesía vociferantemente testimonial o epidérmicamente política. ¿ Cómo no sentirlo, no obstante, el resabio de dolor que hay un poema tan nupcial y gozoso como el XXIII?
La literatura peruana escrita en español no es particularmenete rica en poesía amorosa, Casi apagada ya la queja de Melgar, ¿ qué gran poema de amor ha dejado el locuaz Chocano? ¿ Dónde, sino en en muy pocos versos, está la lírica amatoria de César Vallejo?. Comátrese esto con la sola producción de Pablo Neruda y se tendrá una imagen de nuestra parquedad en la materia, así como la condición sombría que ha tenido entre nosotros el verso enamorado- como la vida misma - Lo mejor que allí podemos encontrar nos viene de ternura india o encendido verso antiguo español: Oquendo de Amat, Alejandro Romualdo, Mario Florián. Nos venía faltadndo la limpia sensualidad que se desborda en creadores de otras latitudes: Nicolás Guillén en Cuba, Paul Eluard o René Char en Francia.
Por eso mismo hay que registrar con atención y júbilo cómo las nuevas generaciones de poetas peruanos ingresan anchamente al poema de amor. Coin frecuencia, cierto es, el poeta joven confude la hermosura de lo veraz con el verismo pedestre. De entre esa gama mana ya la poesía amorosa nueva del Perú.
Varios signos indican que el tema será cada vez más frecuente - y más libre - porque entre nosotros el amor mismo se ve liberando de ataduras y tormentos acumulados en siglos de oscuridad e hipocresía.
En este corriente de amor nuevo en nuestra lírica se coloca el libro que ahora presentamos . He ahí una de las razones por la que saludamos este libro primigenio qu alza, en medio de las sombras de América, su canción de amor. No para acallar su combate, sino para darle voz.

César Lévano.

Octubre, 1977.


SOMOS
AVES
AL VIENTO
LA TEMPESTAD
EL MISMO RIO

EL CANTO REUNIDO
DE LOS HOMBRES

LAGO
CAMINO
Y SED

SOMOS

ALEJANDRA

I

Yo conocì tus ojos en la lluvia
Eramos parte del viento
y proclamamos
amor
la oceánica locura del mar
en la fiesta de países lejanos

Yo conocí tus ojos en la lluvia

cuando nos ordenaron
abandonar la exigencia de amarnos
y florecer los días venideros

Yo conocí tus ojos en la lluvia.


II

Hemos llegado
a la vieja ciudad
de los desesperados

y què ganas de cantar
en los parques
debajo de las bancas otoñales

o conversar
con las colegiales
que corren
fatigando su risa
entre libros
y canciones de amor


III


Estoy en los mercados
y las verduras
me recuerdan

la frescura de tus besos

anduvimos por estos rincones
entre las lechugas
el perejil
y los tomates

Estoy en los mercados
con el sabor del íntimo verano



IV

Cuando en los huertos
los grillos
cantan tu nombre

te multiplicas

paralela
a mi vida
en sus deseos

V

A qué hora duermes
Alejandra en este país

A qué hora
el río de nuestras bocas
se quedò sin territorio

y un lago de frío
crecó a nuestros pies

VI

Aprendí
a conocer
casas abandonadas

encendidas
por tu nombre

escrito
en las paredes

VII

Basta
el calor
de tus manos

para encender
el amanecer
en
todos
los huertos
del mundo

VIII

Todo se precisa
en el remanso de tu andar-canción

retratos
rios salvajes
maderas perdidas
tu cuerpo de ciruela
al persistente lluvia

Todo se precisa
de nuevo entre nosotros

los huertos en otoño
el paseo
por nuevas avenidas

la confidencia
a la hora del beso familiar


IX

Con mi corazón inflamado
en tus canciones

te amo

todos los días
dulcemente
continúas
en mi alma

elevándote


X

Amable pesadumbre
amiga mía
iangotable remanso de la vida

me capturas

con tu vestido azul

XI

Solo
tu nombre

melodía
de violines
en la puerta y los caminos

ahora

destruida
la ciudad
muerto el hermano
quemados
los conciertos
la espera del amor
y sus retornos

es tu nombre
rescatando los niños
desde el fuego


XII


Tu cuerpo
en el tiempo

como colibrí

vuela
revuela
y me atrapa


XIII

Hoy
te encuentro

relámpago
antes de la lluvia

y seguimos andando

sin protegernos
del viento


XIV

Nunca tuvimos

una noche
para los dos


pero mientras dormías
besé tu ritual intimidad

sobre
todos
los despojos
del amor

XV


Temprano
se va
la luz

en el adios

persiste
el último
fulgor-destello
detu sonrisa



XVI

Te acercas
a los ojos
de los que mueren

y rescatas

la vida
que nos dejan
en la última
mirada



XVII


Después de haber visto
envejecer
las ramas

Alejandra

cabalgamos
hasta los horizontes
y nuestra caravana

fue verso
en el alba
del grito


XVIII

Echaron al fuego
nuestro misterio
de nadar sujetos a este tiempo

y los pájaros
se burlaron de nosotros

cuando aferradas las manos

dijimos

Yo no quiero
perderme
sin tus ojos


XIX

Mariposa amazóniza

nos veremos

en el viento-naranja
canto-niño
mujer-universo



Hasta siempre


Te veré luego
con tu traje limón
cruzando un campo de manzanas




ENTRE LOS HUERTOS

( Este amor íntegro
Tan vivo todavía
Y pleno de sol
Es el tuyo
es el mío
Este que ha sido
Este algo siempre nuevo
Y que no ha cambiado
Tan verdadero como una planta
Tan tembloroso como un pájaro
Tan cálido tan vivo como el verano.
Jacques Prevert)


Mujer
es es el huerto


de todas


mi antiguas
palabras de amor



XX

Este es el huerto
donde
las palabras de amor
el olvido
las sábanas
la noche
derribaron
los muros
que guardaban
nuestra ternura.

Qué nos hicieron

Alejandra


nos dejaron
el vino sin dulzura
el amor
en escombros
en un minuto
tu risa
anduvo

por la otra mitad del mundo



XXI


Fumanos
nuestro tierno encuentro
en la cubierta
soledad de los huertos



Encontraremos
los grandes pies
de la noche

sentados
en la redondez del día

Sabrás que somos interminables

si

con estas manos

hacemos hermosa esta historia



XXII


Después de haber amado
las casas de la aldea


día a día
palmo a palmo


con la ternura que nos sobra
esta ciudad de los inviernos


alimenta

la frescura de sus huertos


XXIII


Celebraremos
pirísima
ceremonia
en la yerba


reverbera el tiempo
y en su rito
las voces
nos llaman


más allá


de la ceniza


y las angustias
que abandonamos
en todos los caminos



XXIV

Antes de la guerra
nuestra amabilísima
pasión


Un lenguaje de besos
vecino
alos idiomas del Planeta


El amor nuestro
íntima pestaña negra

cuando abrías tus grandes ojos
como la muerte



XXV


Se romperá la sangre

y esta tierra que habitamos

tendrá
viento matinal
en sus trigales

Después

tendremos por visita
un vuelo de alondras
bajo este mismo cielo



XXVI



Debajo
los muertos
las hojas

harina sin panadero


Todavía un puñado de tierra
con olor a jazmín



la pólvora asomándose


y la canción tuya

naciendo

de un río de canoas vacías
y tambores secos desde el alma




XXVII

Andando `
por el fuego
de viejos territorios

Descubrimos
el origen de nuestra sed


XXVIII


Cuando corrías por desiertos
y ciudades arrasadas

las espinas
te recordaron
renovar las ansias
y el corazón
a la salida del sol



XXIX


Color a tumba
a pueblo deshabitado
a manos sin memoria

Noche del oscuro firmamento

Grito inicial del amor

Sobre las calles
los cuadernos escondidos


XXX


Cuánto hace
que tu corazón
se marchó


Tierna fruta
que busco
para la hora familiar


Cuándo se marchó
tu corazón



XXXI


Tu
cuerpo
pais
de andariegos
habitantes

Contigo
poblaré
la vida
de gente
alegre


XXXII


Esta mañana
un sol
no acostumbrado
a nuestros ojos

entró


por la ventana grande
de nuestra dicha

con el tibio pan
y las frescas noticias


XXXIII


Arderá el sol
en su silla
vegetal


y toda
impaciencia


festejará

la llegada
de tu mirada


XXXIV



Vendrá el mar
con la canción
de tus huertos

y tendremos tiern hamaca

en la intimidad


Un acordeòn de olas
besará tu cuerpo

y arrullado el sueño

nos miraremos

diciendo adios

a la tristeza


XXXV


Ocultaremos
tu presencia

Si acaso
arrebatarla
quieren

los oscuros
enemigos
de
tu
canción.