de la noche aldía
poemas
autor: Hernán Flores V.
Ediciones Exordio, Lima, Verano, 1988.
Caratúla: Dibujo "El quijote"Hernán Flores Barjanova
Contratapa: "Mujer que sueña" María F. Gadea C.
Es sangre, no granizo, lo que azota mis sienes.
Son dos años de sangre: son dos inundaciones.
Sangre de acción solar, devoradora vienes,
hasta dejar sin andie y ahogados los balcones.
Miguel Hernández (España)
I
Para olvidarme de ti
irremediablemente
orillé mi canto
ausenté la oreja bienamada
la lengua del labio
poderío renombrado.
II
Insólita bruma
capullo en flor
que dejé morir
en tus manos ciegas
oleaje de sangre
madero de aventura
y palabra final.
III
El viento en los caminos
busca la dirección
del viento ruiseñor
que avanza
el espiral
la vidas temporales
el eco de tus besos
en mis espacios azules
los secretos vespeartinos
la melancolía añeja
de mis lágrimas
IV
La luz de junio
lejos de tu memoria
sombras
ceniza y brisa
bandera de los adioses
júbilo del olvido
fuga nocturna
en la fiesta de los besos
ya muertos
para nunca
para siempre.
V
Para olvidarme...
la tarde purpurina
manantial de murmullos
gajo de muerte
zarpazo de luz
bóveda oscura
donde habitas
sin amor.
VI
Olvidada
desterrada ahora
solitaria sin mandolina
ahora
tierra sin paisaje
río sin agua
ahora
volcán sin fuego.
VII
Si el olvido existe
nadatúeres
en el secreto peregrino
de los adioses.
VIII
Noche sin sueño
que no recuerda
lo soñado
- amor -
en las ardientes
puertas
de los días.
IX
El otoño
es un viejo cerezo
consumido por tu cuerpo
en donde habitan
tus olvidos
para siempre.
X
Vengo de Ti:
origen de mis angustias
en mis ojos
ángeles de Caronte
martillaron el crepúsculo.
XI
Oliendo
a tu vientre
alejé tu sexo
fragante
amapola
del náufrago.
XII
Salí
de la profundidad
abismal de tus gritos
retorno
al fuego errante
a la geografía solar
que trasnsfloran
tus ausencias.
XIII
La travesía en tu cuerpo
circular movimiento
golpea el corazón
relámpago de luz sonora
en el asombro
quemante neurona
espejo de todos los vértigos
certeza
serás polvo en el aire
y no lucero
ni estrella.
XIV
No estaré
en el espacio
que todo lo registra
hasta romper los tímpanos
intentarás la búsqueda
del universo inmortal
te llamarán mi trajes
te llamarán las noches
te llamará mi carne:
vigilante fantasma terrenal.
XV
Para olvidarme de ti
adulto
retorno a tu sal purísima
a las huídas del misterio
a defender mi soledad
hoguera interior
vestida pena
quemante brasa de tus senos.
jueves, 3 de mayo de 2007
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